¿Portarse bien?

La sicología puede cambiar la conducta.

La moral puede obligar a las buenas obras.

Solo el evangelio puede cambiar al hombre.

“Ser santos” no es un asunto de modificar malos hábitos como dejar de fumar, beber o ya no decir groserías. Tampoco es un asunto de moral. No se trata de dejar de participar en actos de corrupción o cualquier clase de acción deshonesta. Eso es “portarse bien”.

La Palabra de Dios no nos llama a “portarnos bien”, sino a ser santos.

1Pedro 1:16

Pues las Escrituras dicen: «Sean santos, porque yo soy santo»

Efesios 1: 4

Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos.

Las conversaciones de muchos cristianos de hoy muestra una preocupante realidad: Hay una gran cantidad de ellos están esforzándose por cosas que no tienen fundamento bíblico. “Portarse bien” es una de ellas. “Ser exitoso”, “Ser el mejor”, “Ganar”, “Servir en muchos ministerios”, “ser reconocido”, “famoso”, “aceptado”, etc.

¡A nada de eso fuimos llamados por el Señor!

Llevamos una vida de esfuerzo en el área equivocada.

Regresando al comportamiento, ¿te das cuenta de cuántas veces “evangelizamos” a alguien procurando que cambie su manera de actuar?

• ¡No hagas eso que es malo!

• ¡No digas mentiras!

• ¡No te vistas así!

• ¡No bebas!

• ¡Tienes que orar!

• ¡Lee la Biblia!

• ¡Ve a la iglesia!

Repetiremos esto: Hay una gran cantidad de cristianos esforzándose por cosas que no tienen fundamento bíblico. “Portarse bien” es una de ellas.

Si entendemos el verdadero significado del arrepentimiento, entenderemos a lo que nos llamó el Señor.

Rom 12: 1-2

Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo. 2 No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.

¡HEMOS SIDO LLAMADOS A UNA VIDA SANTA!

Y ello comienza con un verdadero arrepentimiento, es decir, un cambio de mentalidad.

Arrepentimiento = Cambio de mentalidad.

Efesios 4: 17-24

Con la autoridad del Señor digo lo siguiente: ya no vivan como los que no conocen a Dios, porque ellos están irremediablemente confundidos. 18 Tienen la mente llena de oscuridad; vagan lejos de la vida que Dios ofrece, porque cerraron la mente y endurecieron el corazón hacia él. 19 Han perdido la vergüenza. Viven para los placeres sensuales y practican con gusto toda clase de impureza. 20 Pero eso no es lo que ustedes aprendieron acerca de Cristo. 21 Ya que han oído sobre Jesús y han conocido la verdad que procede de él, 22 desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. 23 En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. 24 Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo.

¿Puedes notar el contraste?

Algo sucedió en nuestra vida cuando nos arrepentimos. Antes hacíamos lo que creíamos estaba bien. Lo que nuestra mente nos indicaba como adecuado. No veíamos nada malo en ello. Lo considerábamos aceptable, justificable, o realizable… Sin embargo, ahora, hay muchas cosas que vemos de manera diferente. Un cambio de mentalidad, produjo (y sigue produciendo) un cambio de actitud. Y por lo mismo, un comportamiento diferente. ¿Puedes notar la gran diferencia de cómo un hijo de Dios busca vivir una vida apartada del mal?

Hebreos 5:14

El alimento sólido es para los que son maduros, los que a fuerza de práctica están capacitados para distinguir entre lo bueno y lo malo.

Hubo ocasiones en las que a Pablo se le acusó de “ser permisivo con el pecado” (lo podemos intuir en su declaración: “). ¿Realmente creemos eso? Pablo había entendido una verdad fundamental. Pablo entendía la acción del evangelio. Profunda, interna, radical. Una persona que ha comprendido bien el evangelio, es decir que el Señor ha abierto sus ojos para conocer la verdad, empieza a pensar diferente.

Romanos 6:2 …Nosotros hemos muerto al pecado, entonces, ¿cómo es posible que sigamos viviendo en pecado?…

La sicología puede cambiar la conducta.

La moral puede obligar a las buenas obras.

Solo el evangelio puede cambiar al hombre.

Juan 3: 6-7

El ser humano sólo puede reproducir la vida humana, pero la vida espiritual nace del Espíritu Santo. 7 Así que no te sorprendas cuando digo: “Tienen que nacer de nuevo”.

Nacer de nuevo: Una nueva naturaleza vive.

Antes no estaba viva. Antes no pensábamos en ello. Ni queríamos hacerlo.

Nuestra nueva vida esta llamada entonces a ser santa. Y eso implicará un cambio de comportamiento. La intención principal de nuestro Dios es hacernos conformes a la imagen de su hijo, Jesucristo. No se estará satisfecho con nada menos. Es la imagen, es la meta. Y mientras nuestro cuerpo mortal va perdiendo poder cada día, nuestro nuevo hombre va fortaleciéndose para glorificar más a Dios.

Romanos 8: 26-30

Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. 27 Y el Padre, quien conoce cada corazón, sabe lo que el Espíritu dice, porque el Espíritu intercede por nosotros, los creyentes, en armonía con la voluntad de Dios.28 Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de los que lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos. 29 Pues Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo, a fin de que su Hijo fuera el hijo mayor de muchos hermanos. 30 Después de haberlos elegido, Dios los llamó para que se acercaran a él; y una vez que los llamó, los puso en la relación correcta con él; y luego de ponerlos en la relación correcta con él, les dio su gloria.

¡Glorificar a Dios!

Hemos sido llamados a una visa santa, pero también a una vida de ADORACIÓN.

Y mientras muchos piensan que una vida de adoración es una vida de cantar y saltar, tocar trompetas o gritar muy fuerte, el mismo texto de Romanos nos dice lo que es la verdadera adoración:

Rom 12: 1-2

Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada.Esa es la verdadera forma de adorarlo.2 No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.

Llamados… a una vida santa, ¡y también de adoración!